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martes, 15 de enero de 2019
Prístino
Alguna vez alguien pudo entrever mis sueños y soñarlos un poco conmigo. Cuando el afecto era prístino y loco se iba con cualquiera como los cachorros. Alguna vez fui madera , aguacero, vida. Hace tiempo, mucho tiempo hasta dejaron flores en mi puerta. El destino me mostró alguna vez una cara sonriente. Pero llegaron el invierno, la realidad y la apatía. El cinismo lo fue pintando todo en gris. Crecí para descubrir que los aguaceros vienen in vivo. Las flores nunca regresaron a mi puerta
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