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martes, 15 de enero de 2019

Manos


Manos gastadas, pesadas. Ya no tienen huellas de la pasión dejada atrás hace años. Sin embargo pueden despertar si les hablas. La memoria de la piel es como una animal salvaje y dormido. Pueden todavía recorrer indomables las palabras como cuerpos. Pueden subir de nuevo las colinas inexpugnables del deseo. También pueden hacer café, y si te portas demasiado demasiado bien pueden plancharte las camisas en la mañana.
Lo que no puedes es mentirles o tratar de engatusarlas con encanto. Ya responden solo a la sinceridad cruda de la lujuria o a la realidad pasmosa de los lunes de7 días.
Las desperdicias si pretendes engañarlas.
Saben recorrer lo más escondido de tu cuerpo y lo más oculto de tus miedos.
Pero de moral o maledicencias no saben.
Así que no las limites.
Bésalas u una parte de ellas será tuya para siempre.


Lastime las y tendrá una sombra en la alegría hasta que se acaben los rosarios del tiempo.

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