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martes, 15 de enero de 2019

Eras vos

Me parece ver  tu sonrisa en la luna, escondiéndose de mí, jugando conmigo. Me parece ver tu sombra haciendo cabriolas entre los árboles. Un día pensé que ibas a tejer de incomodidades mi mustia rutina. Te he visto dibujado a veces ángel de las buenas costumbres en  amores diferentes, tu silueta marcada por los trazos indecisos de las alegrías pasajeras, que a estas alturas son parecidos a alegrones de burro. Lo que dejaste me alcanza para ser feliz todos los días un ratito, al calor del sol de enero y el pelo enredándose mientras camino. Aún puedo sonreír vivaz y honestamente, aún siento el corazón como un nido de pájaros entre las matas de café de hace muchos  años. Pero la esperanza, de eso no quedó ni la ceniza. Trato de ir al día con las gotas que caen por accidente desde los patios vecinos. Eras vos aquello que me ha sido vedado desde siempre, por el demonio que aleja de mi todo lo que amo. Ya no tienes forma, no has tenido nombre, te has escapado como arena de los dedos de mi destino. Eras vos quien me dibujaba los amaneceres en las pupilas, quien me hacía imaginar ciudades escondidas detrás de los cerros cuando el sol se pone. Era el alma que se secó la que sabe a herrumbre en la  boca cuando deseo a veces declarar una pasión violenta o las ganas de tomar café con vos en las mañanas.

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