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martes, 6 de diciembre de 2011

Navidad

Búscame, cuando me pierda, en medio de los adornos del día siguiente, bajo los cipreses secos que esperan a que la basura los recoja, detrás de los cartones, porcelanas y plásticos llenos de impurezas donde los chinos a pesar de todo su arte, no logran reproducir bien el reno y el nacimiento. Entre las cantidades abismales de envolturas y cintas. Y que no te detenga las náuseas que provocan los buenos deseos deseados a medias.

Las ventanas


-Cerrá las ventanas-
Gesto de limón ácido y consecuente cierre de la ventana. Un instante después, la campana de viento que cuelga del marco de la puerta avisa la soledad absoluta. La ciudad estaba ridículamente adornada de rojo sobre fondos nevados, como si el termómetro no marcara 23°C y subiendo. Con pinta de burdel barato.
El olor a galletas y a  portal de la vecina si le gusta. Ese sí que recuerda a épocas felices, a manos  y días queridos. Estos pinos de plástico de ahora, sólo señalan el vacío.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Mi cantante favorito

Tiene la mala costumbre
de echar sal en las heridas
aunque uno no tenga ninguna.

Y es imperdonable cómo describe
las alegrías llorando,
y las penas como sacando cuentas de banco

lunes, 7 de noviembre de 2011

Encuentros del tercer tipo

Qué ridículas las conversaciones triviales, con personas que fueron sumamente importantes en la vida, en las  en que tratamos de disimular  que no nos importó, que ya se olvidó,  que no nos duele ya. Y aunque en la garganta, educadamente se aglomeran, para no ir causar un exabrupto,  las palabras que quedaron escondidas en el pecho, las horas, las caricias, los olores, las promesas...
"hace años no nos  vemos, ¿cómo te ha ido? Me alegro por vos...yo bien, ¿cómo está la gente?"
Mientras por dentro deseamos decirles, que nos jodieron bastante,  ¿Ya para qué? Su cortesía morbosa y  un orgullo tonto que nos hace querer aparentar que son cualquier conocido.
"¿Todavía fumás? que flaco o flaca estás, ¿te metiste siempre a estudiar?"
"Si si fumo todavía, tengo que dejarlo, es que estoy a dieta y estoy en un gimnasio, estoy terminando la tesis, hace dos años que terminé los cursos"
Y dan ganas de decirle que qué le importa, que allí estaría si de verdad le hubiera interesado compartir la vida.
"¿estás con alguien, te casaste?" no tan común, pero se transluce por cada uno de los poros.  No sabemos por que quieren cerciorarse de ello si no se puede devolver el tiempo. No se si es que hay gente que necesita verlo a uno miserable para subir la autoestima.
"Más o menos" O "Si, ¿te acordás de fulanito?, "No, la verdad no, prefiero la libertad" y la respuesta que no nos importa  "yo tengo tanto de haberme casado" Típico también, que la conversación  sea reducida al hecho de " a mi me va bien y a ti mal, yo tenia razón en dejarte" y luego de acabado el tiempo de menos de 5 minutos, la vida sigue. Sólo unos cuantos se atreven.... "Deberíamos tomarnos un café un día de éstos"  ó:

Está la gente que envía un mensaje de feliz cumpleaños, impersonal, dos o tres años despues de que todo ocurrió, como sacado de tarjetas baratas, que resume todo lo anterior, sólo que con más baratos todavía "espero que estés bien". ¡Cómo si le importara! ¡Como si ello fuera el premio de consolación! ¡Como si pudieran volver y enmendar los errores!

martes, 1 de noviembre de 2011

¿Eso?


No sé cómo interpretarlo.
Me saben amargos, muy amargos
tus deseos de felicidad.
Después de años y años de desconocernos
esperas que un mensaje acartonado y tieso
sea un puente entre tu conciencia y tu pasado.
Te has equivocado.
Escogiste,
escogiste con los ojos abiertos.
Y a mi, lo que es a mi , 
no me escogiste.
No tienes derecho a ofrecerme 
la bondad que te sobre.
Escogiste bien.






miércoles, 19 de octubre de 2011

Resumen

Tu octubre lluvia gradas besos
estrellas palabras
yo
Soledad Neblina Sueños
ilusiones ayer
Octubre aguacero
aprender
volver
tratar
caer
begonias gatos árboles
insomnio trabajo conformidad
Rutina
Ahora
Sabio
Tibio
Tiempo...
Ahora yo

jueves, 13 de octubre de 2011

La espera

A veces la vida da vueltas.
Las lágrimas que durante años
se acumularon en los rincones
de pronto se van a jugar casita.
Mi corazón se rie con risa nerviosa
mientras te espero.
Los árboles se enderezan.
La lluvia y la nieve
de pronto,
dejan su lúgubre canto
y entonan melodías alegres y traviesas.
Vienes,
aparecen en mi puerta
las mariposas más bellas
los pájaros me tocan la ventana
invitándome a volar con ellos.
La bulliciosa rutina
se monta en carreta
dejando para después,
si es que existió, la amargura.
Vienes
y conviertes mi casa y mi cama
en nido
en ternura.
Vienes
y hasta el miedo que tengo es tibio
es dulce.
Te espero
te espero
y estoy segura
que hasta que oiga tu voz
y sienta el olor de tu pelo
el amor nunca lo he comprendido.

lunes, 10 de octubre de 2011

Octubre, siempre

Ya no es necesario ver las
tristes hojas del almanaque poniéndose verdes
de tanto que ha llovido,
es octubre.

Los huesos duelen
con un dolor diferente,
la neblina se mete por la nariz y disuelve
la poca voluntad que tengo de olvidar.


Y vuelve a mi, en pleno aguacero
bendecido por las barbas de viejo
que cuelgan de sus ojos verdosos y lúgubres,
acunando en las manos
los años perdidos
cantando bajito un bolero
al son de la tormenta eléctrica
y sonriendo.


El pasado sólo tiene permiso de asomar
sus naricillas húmedas
entre las pozas
que se forman en las aceras.

Ysin embargo es suficiente,
oir cantar los boleros al son de las tormentas
acunar en las manos los años perdidos
para recordar que un día
recé para que no se acabara,
para que lloviera hasta que
las lágrimas lloraran para adentro.


domingo, 18 de septiembre de 2011

El pasado.

A veces, uno se amarra al pasado
para no escuchar los cantos de sirena
que lejanos,
perdidos en la bruma de la incertidummbre,
el destino tararea con voz siseante.

Mi alma sigue amarrada al mástil, mientras mis sueños se tapan los oidos con cera,
Los mares tenebrosos eran los mismos de siempre,
pero yo tenía pintado en los ojos el miedo.

Me siento en la orilla, libre ya de cadenas, viendo todas las vidas posibles
dibujándose en el agua ,
y estoy a sólo un paso de lanzarme.

Y sin embargo aún me duelen las manos
aún me da frío
aún soy débil.

miércoles, 22 de junio de 2011

Ingenuidad

Los árboles ingenuos estiran los huesos al cielo,
esperan el beso de la lluvia
que ha tardado en llegar más de la cuenta.

Pero cuando aparece por fin,
no son caricias las que da
si no golpes de martillo,
que quiebra las ramitas,
arranca las hojas y pudre las flores
que tenían para ella.

De un tajo les escarba las raíces
dejándolos en pie del abismo
o arrastrándolos por el lodo
con la furia de la cabeza de agua.

Y ellos inocentes todos los años
siguen abriendo sus brazos tibios al cielo
extrañándola siempre.

Tu vuelves a mi con cada aguacero

lunes, 13 de junio de 2011

Cosas de mujeres y brujas

Ese día la bruja del segundo piso amaneció como sin fuerzas. Le dolía el cuerpo, pero aún más el pecho, como una sensación de angustia que no se quitaba. Y en su solitario árbol ese día, decidió llegar tarde al trabajo, y tomarse un buen café para ver si eso la reanimaba. Todo le parecía más gris, más lento, más siniestro. El gato negro había decidido ensuciar más el patio que de costumbre. La ropa sucia se acumulaba en la canasta. Las flores blancas del abedul empezaron a florecer a pesar de que habia durado dos semanas trabajando en su poción de detener el tiempo. El café se le recalentó y se habían terminado los cigarros. NO era un buen día.

Cuando por fin llegó , después de pelearse con la mitad del Centro de investigación en Artes Oscuras, encendió el radio, y una cruel voz empezó a cantar los hechizos favoritos de otro lejano tiempo, de cuando era un hada inocente y verde, llena de alegría. Y el verde le recordó a su amado sapo que había huido del pantano apenas se dió cuenta de que a lo mejor podía convertirse en príncipe. Y la casa parecía más pequeña, más pobre, más sucia.

Se recostó un rato, pero sólo tuvo pesadillas, soñó con el pasado, con las ilusiones que había tenido, con los versos que eran dulces antes de volverse amargos recuerdos. Y se despertó muy triste, maullando de desesperación y soledad, pues del viejo aquelarre no quedaba nadie, todas se habían ido lejos a buscar pueblos diferentes, ogros diferentes, cuentos diferentes, . Entonces, sin querer vió el almanaue y recordó que estaba en ese día en que el cuerpo se desorienta y jode al alma. Y empezó a reirse sobre el caldero mientras cocinaba un poco de menta y de muérdago y mandrágora con un poquito de láudano, para quitarse el dolor de corazón.

Se sintió algo aliviada, pues tenía una buena excusa, para no aguantarse las ganas de llorar que ocultaba bajo la alfombra todos los días mientras iba a volar de noche asustando a los niños. Y lloró hasta que anocheció de nuevo, escuchada tan sólo por el gato asustado que nunca la había visto así.

Esperando



Cuando te fuiste
mis ilusiones cayeron
sobre las piedras ,
y murieron, esperándote.

Como las hojas que bota el árbol
para pasar el invierno
la alegría se fue cayendo
y se hizo una con la tierra

Mi alma
no volvió a florecer,
los colores de mis manos
se apagaron.

Se desdibujó
el tiempo que sobre los techos cabalgaba
y el deseo se durmió,
esperándote.

Las golondrinas de mi conciencia
se desorientaron
y en el abismo del hastío
dejé olvidadas las palabras
y los zapatos
en casas ajenas.

Jugué a las cartas con la impaciencia,
le robé al azar los dados
hice trampas al Silencio todos los días
esperándote.

No, no te culpo,
mi inútil inocencia
me traicionó.
Cuando abrí los ojos
habías huido de mis castillos de arena
desesperado y sin ver
los años que había en la mesa para ti.

Mi voz, aún así
sigue lloviendo cada mayo
mi corazón sigue sonriendo
cuando las vecinas
hablan de amor.
Y de esperarte tanto olvidé.

jueves, 9 de junio de 2011

Veranillo



Cuando se va la lluvia,
me juega malas pasadas la memoria,
El silencio se hace más evidente.

Me ahoga el aire húmedo
el calor de la espera
sin esperanza.

Prefiero el aguacero salvaje
que arrastra la vida y la gente
con la fuerza de la costumbre.

lunes, 9 de mayo de 2011

Invierno y otros desastres que pasan en mayo

Las tentaciones aguardan a los aguaceros en los rincones
para florecer en mayo mientras los pájaros cantan.

En silencio han ido germinando
en la oscura gaveta donde guardo las flores que no recibí,
las palabras que no me dió tiempo de decir
los remordimientos.

Y aparecen de pronto
con su sonrisa de gato viejo,
detrás de las luces difusas del bar,
tras el humo del tabaco y el insomnio.

He tratado de huir de ellas
pero el esfuerzo es tan inútil
como los nudos en la garganta.

Como si fueran un sino inevitable
las tomo de la mano,
me rio en su cara,
les digo, sin resentimiento, que ya no me tientan.

Ellas empiezan a llorar
mientras cantan boleros

Me convenzo entonces, que a ni a ellas ni a mi
nos importa.

miércoles, 6 de abril de 2011

En la barra del bar

A veces la noche se burla de uno
trayendo en las manos
dos copas de decepciones.
Y se rumian las alegrías que llegaron tarde
los cafés que se enfriaron
los cigarros que se consumieron en los ceniceros
los hijos que no crecieron
los caminos equivocados
los apegos.

Las lágrimas entumidas y tiesas como lagartos
se devolvieron convirténdose en piedras.
Se dieron cuenta que las sonrisas se fosilizan
si se atan a las personas.

Que no hay culpa de sentirse culpable
por jugar con el azar y perder.

Que las tentaciones dejan de serlo
cuando se cumplen
y se vuelven piedras,
que llenan la casa
de papeles amarillos sin respuestas.

Como los gatos con las plumas del ave muerta
juega la cordura
sin decidirse a dar su último zarpazo.

Como pajarillo muertoen las garras del gato
las ilusiones tratan de escaparse de la cordura
y no pueden.

Las palabras parecen hormigas en un hueso seco
Es reconfortante acallar a la conciencia
cundo la ignorancia habla sin parar
rodeada del halo radiante de inocencia,
y poderse reir en la misa del tiempo
como los niños.

Y el día se acaba
y las horas
dejan de tener sentido.
Que los deseos que cabalgaban en las colinas
se van volviendo mansos
como culebras sin dientes
que las lagartijas y las necedades
cuando se pudren,
huelen a desenfado.

Y uno paga la cuenta y se va
aunque no tenga a dónde volver.
Perdona que hable tanto,
ya firmé el recibo.

Ahí están mis pies para llevarte a mi casa
si es que se te antoja
bailar conmigo en silencio
la danza que invocan los martes
para ahuyentar al insomnio.

domingo, 20 de marzo de 2011

El reproductor

No importa el formato o el precio. La gente necesita tener en las orejas ese aparatito. Para no oir a los mendigos, ni las noticias, ni el regaño de los padres, ni las recriminaciones de los cónyugues, ni el llanto de los niños, ni los discursoso de los políticos. Pero creo que lo necesitamos, para no quedarnos solos con el tenebroso silencio, que carcome la tranquilidad y permite oir a la mente que no descansa, y nos echa en cara los errores, y nos dice sin tapujos lo que ya sabemos y no queremos oir, ni siquiera de nuestra conciencia. Huímos de la soledad pasmosa o del el miedo terrible a no poder cambiar con un botón el mundo que nos rodea.

Consuelo

Entra un frío delgado por debajo de la puerta
y por las celosías se cuela el lamento de los árboles
que se quejan por que el viento
les dobla la espalda.

Por un motivo incierto
tu nombre cayó en mi día
como una negra y desafortunada mosca,
en picada, sobre mi café.

Y ya no sé si es dolor o desidia,
la cuestión es que al orgullo le hierve la sangre
ante el hecho incuestionable
de que todavía me jodes la vida.
Estando años atrás puedes aún
dejarme un mal sabor de boca.

Y es poco, muy poco el consuelo
que me deja la idea que también
puedo amargarte,
de lejos
unas cuantos minutos
si revisas un día
tus estados de cuenta
y veas que alguna vez
pagaste toda la cena.

jueves, 24 de febrero de 2011

Necedad

No se si las ilusiones
entran a mi casa
y me desordenan el ropero,
o si la escases de cordura
empieza a hacerse evidente,
si es la juventud que se resiste
a abandonarme por completo
o las ganas de saborear otra vez
el ronroneo inútil del celo
merodeando.
No sé si es el dese0 de sentirme capaz
de olvidar los castillos en el aire
o las libélulas y mariposas
que una vez se enredaban en mi pelo.
Pero sin importar mucho
la causa ,el desenfreno o el desorden
la verdad me pican los pies,
me saben diferente los labios,
se me llena el corazón de agua
y el espejo enmudece
su atroz cacareo.
El asunto es que la necedad de seguir viviendo
se ha venido a sentar
a los pies de mi cama
y por extrañas circustancias esta vez
¡No quiero que se vaya!

viernes, 18 de febrero de 2011

Alegrías

Es hermosa la ilusión que nos permitimos
cuando el sol entibia la amargura
rutinaria y gastada.
De pronto no estaría tan mal
dejar que se quedara ésta,
aunque sea un rato
Y recordar que hubo tiempo
en que bailaban en todas las cosas
a todas las horas.

Tal vez no fuera tan difícil disfrutarla
antes de que el tedio y la costumbre
la aplasten como si fuera
un estorboso mosquito.

Tal vez no duela tanto
imaginar que estuvieron aquí en la mesa
haciéndome cosquillas en los pies
cosiendo pedazos de tiempo
en las paredes.

Tal vez no sería tan inútil parir una
que tal vez...
y las demás volvieran
del pantano oscuro donde juegan escondido
sin mi hace años.

martes, 15 de febrero de 2011

Evolución


Trabajar fue castigo
y sin imaginarlo,
nos dieron el alivio a la indolencia
que de otra forma
nos harían pensar demasiado.
Pensar a veces uno se cuestiona,
si fue distribuido equitativamente.
La conciencia
fue una consecuencia inevitable
de tratar de enseñar el bien y el mal.
La culpa fue un efecto adverso
de las consecuencias.
La moral es una serie de reglas
que se escribieron
para poderlas ignorar metódicamente
y para explicar las cosas
que no se entienden.
La palabra fue una forma elegante
de evitar los mordiscos.
El dinero fue un garrote más sutil
para dominar a la manada.
La serpiente se debe reír
al menos dos veces al día
cuando nos ve ingenuamente
seguir buscando el fruto prohibido
revolcándonos en el cieno
de nuestra propia invención.
Y el Edén debe respirar tranquilo
pues sus bosques y sus aguas
se salvaron de nuestra salvaje avaricia.
Y el Cielo, en su sabiduría
garantizó una serie de cosas
y para verlas
sólo hay que apagar al mundo
como si fuera un radio viejo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Hechizo de Amor

¡Ven Amor mío!
Que la Esperanza ya no quiere tomar café conmigo
mientras llegas,
que cuerpo quiere hacer un velero contigo
y cabalgar desenfrenado por las colinas del deseo.

¡Ven Amor mío!
que las flores se marchitan
y las horas como damas ancianas
nos llaman a guardar las apariencias

¡Ven, Amor Mío!
prometo rezar las cuentas del tiempo contigo,
que mi lengua te quitará de la piel
los años que llevas
perdido por los caminos.

¡Ven Amor Mío!
Deja de buscar
ilusiones con red
y pon los pies
en el suelo de mi alcoba.

¡Ven Amor mío!
que ya no importa que cara traigas,
que la lluvia no puede mojarnos más
que los años se perdieron sin querer...

Menos lluvioso

En estos días en el que el sol
se mete despacio por todos los rincones
y no deja ni una rendija
libre de sus brazos amarillos.
Cuando a medio día
no se encuentran sombras
y todos los techos crujen
como la espalda
de la gente que si trabaja.
En éstos días en que la montaña
se tiñe de naranja y amarillo
y el cuerpo por costumbre
o por desgracia nos pide el mar
es cuando no quedan fuerzas
ni para autocompadecerse
y la alegría se entromete discreta
cuando nos descubrimos
cantando en el baño
o viendo al cielo arder
pasadas las cinco.
En éstos días menos lluviosos
es mejor asolear los abrigos
y tomar fuerzas.

lunes, 31 de enero de 2011

Instantes

Cómo puede un olor
arrastrarnos tantos años.
Cómo una palabra tiene tan pocas letras
y tantísima culpa.
No recuerdo el día
en que olvidé los olores
o las palabras,
pero si me los encuentro
de casualidad,
tendidos en la calle
como sábanas viejas,
o si me pican la piel
accidentalmente
como un mosquito,
me hacen viajar por un instante
atrozmente corto,
a una época feliz,
de aquellas de las que uno se fue
como si no pagara la cuenta,
y por ende no debe volver
aunque sea tentador.


Es cruel como un olor o una palabra pueden,
de pronto,
dejarnos indefensos, vulnerables
por un instante
insufriblemente largo
y hacernos recordar
las cosas que enterramos
más abajo que los muertos,
en los rincones más hondos
de la conciencia,
para que no nos estorbaran
o para seguir viviendo.

Es intenso como un olor o una palabra
aunque no tengan manos ni siluetas
pueden reconocerse,
para volver en un instante de descuido
al lugar, al recuerdo, al pecado
a la felicidad o a la miseria,
Es increíble cómo se pegan
a las zuelas de los zapatos,
y aparecen de pronto
en el sitio menos pensado.

domingo, 30 de enero de 2011

Canciones

La canción de amor se repite
por todas las cosas vivientes,
sin orden ni beneficio aparente,
y eso incluye
las palabras de las gentes,
que como gallinas culecas,
nos explican metódicamente
cómo se ama y cómo se desama,
por la manía de explicar lo que no se entiende.

Pero hay otras más puras,
más lentas, más tibias,
como la canción del silencio
arrastrándose entre el tráfico,
a regañadientes.
La canción pueril de la alegría,
que se lavanta el ruedo del vestido
para no tocar el barro soez
del humor cansón y grosero,
que se desgalilla en las radios de los taxis.

También hay canciones tristes
de por sí,
sin razón,
colgándose de los edificios,
que languidecen como ellos.
Está la canción del olor a pasto recién cortado
o a lluvia,
a asfalto mojado.

La canción de la montaña ancestral,
que huele a flores, a monte
que hace crecer el pasto
hasta debajo de los parqueos,
sin que nada pueda evitarlo,
y nos recuerda,
que el único camino
es hacia arriba.

Y en todas las canciones
uno puede perderse,
puede tararearlas
mientras se toma el café de la tarde.
Y todas duelen un poquito
cuando terminan.

Tentaciones

Cuando la tristeza nos deja sin aliento,
las tentaciones nacen en los rincones
aprovechándose de la débil consciencia,
y nos llaman con voces ancestrales.
Y uno tiene dos caminos ,
irse a bailar con ellas
hasta que el sol las vuelva de piedra;
o esconderse de ellas como si fueran lagartijas oscuras
y tenebrosas que asoman la cola en las paredes
y en las sombras
hasta que se vayan.
Lo único malo estriba
en que en cualquiera de los dos casos,
uno se arrepiente.

viernes, 7 de enero de 2011

Ciclo

La lluvia no se decide a irse
y el frío
juega escondido en las esquinas.
La melancolía se brinca los semáforos
y se mete de lleno en la casa
sin que nadie pueda detenerla.
Y mientras hago nuevos propósitos,
el pasado brinca en los charcos
y me pringa la ropa y la piel de recuerdos.
Ya las estrellas se ven
cuando no hay luna
Y las pasiones se ven de lejos.
Empezará pronto el silencio
a comerse as hojas de los árboles
como las hormigas,
y las palabras se iran secando como los jardines.
El sol azotará los techos
con un látigo picante y amarillo.
Y después ,
lloverá como si el mundo
sirviera sólo para llover
y las cabezas de agua
lo destruirán todo.
La vida seguirá bailando
entre ese ciclo interminable
de sol y lluvia.
Por suerte,
en ésta tierra,
hasta debajo de las piedras crecen las cosas,
y nos recuerda,
que nada es eterno ni indispensable
que siempre florece,
con deseo visceral de tocar el cielo.

lunes, 3 de enero de 2011

Comienzo

Hace días un pájaro rojo
de los que van de un lado a otro
se detuvo unos días y discutía en las tardes
con la ventana.
Quise que fuera un espíritu bueno,
un buen presagio,
un recordatorio rojo del mundo.
Pero era sólo un pajarito,
de los que vuelan lejos
muy lejos,
huyendo del frío y el hambre
igual que todos nosotros.