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jueves, 24 de febrero de 2011

Necedad

No se si las ilusiones
entran a mi casa
y me desordenan el ropero,
o si la escases de cordura
empieza a hacerse evidente,
si es la juventud que se resiste
a abandonarme por completo
o las ganas de saborear otra vez
el ronroneo inútil del celo
merodeando.
No sé si es el dese0 de sentirme capaz
de olvidar los castillos en el aire
o las libélulas y mariposas
que una vez se enredaban en mi pelo.
Pero sin importar mucho
la causa ,el desenfreno o el desorden
la verdad me pican los pies,
me saben diferente los labios,
se me llena el corazón de agua
y el espejo enmudece
su atroz cacareo.
El asunto es que la necedad de seguir viviendo
se ha venido a sentar
a los pies de mi cama
y por extrañas circustancias esta vez
¡No quiero que se vaya!

viernes, 18 de febrero de 2011

Alegrías

Es hermosa la ilusión que nos permitimos
cuando el sol entibia la amargura
rutinaria y gastada.
De pronto no estaría tan mal
dejar que se quedara ésta,
aunque sea un rato
Y recordar que hubo tiempo
en que bailaban en todas las cosas
a todas las horas.

Tal vez no fuera tan difícil disfrutarla
antes de que el tedio y la costumbre
la aplasten como si fuera
un estorboso mosquito.

Tal vez no duela tanto
imaginar que estuvieron aquí en la mesa
haciéndome cosquillas en los pies
cosiendo pedazos de tiempo
en las paredes.

Tal vez no sería tan inútil parir una
que tal vez...
y las demás volvieran
del pantano oscuro donde juegan escondido
sin mi hace años.

martes, 15 de febrero de 2011

Evolución


Trabajar fue castigo
y sin imaginarlo,
nos dieron el alivio a la indolencia
que de otra forma
nos harían pensar demasiado.
Pensar a veces uno se cuestiona,
si fue distribuido equitativamente.
La conciencia
fue una consecuencia inevitable
de tratar de enseñar el bien y el mal.
La culpa fue un efecto adverso
de las consecuencias.
La moral es una serie de reglas
que se escribieron
para poderlas ignorar metódicamente
y para explicar las cosas
que no se entienden.
La palabra fue una forma elegante
de evitar los mordiscos.
El dinero fue un garrote más sutil
para dominar a la manada.
La serpiente se debe reír
al menos dos veces al día
cuando nos ve ingenuamente
seguir buscando el fruto prohibido
revolcándonos en el cieno
de nuestra propia invención.
Y el Edén debe respirar tranquilo
pues sus bosques y sus aguas
se salvaron de nuestra salvaje avaricia.
Y el Cielo, en su sabiduría
garantizó una serie de cosas
y para verlas
sólo hay que apagar al mundo
como si fuera un radio viejo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Hechizo de Amor

¡Ven Amor mío!
Que la Esperanza ya no quiere tomar café conmigo
mientras llegas,
que cuerpo quiere hacer un velero contigo
y cabalgar desenfrenado por las colinas del deseo.

¡Ven Amor mío!
que las flores se marchitan
y las horas como damas ancianas
nos llaman a guardar las apariencias

¡Ven, Amor Mío!
prometo rezar las cuentas del tiempo contigo,
que mi lengua te quitará de la piel
los años que llevas
perdido por los caminos.

¡Ven Amor Mío!
Deja de buscar
ilusiones con red
y pon los pies
en el suelo de mi alcoba.

¡Ven Amor mío!
que ya no importa que cara traigas,
que la lluvia no puede mojarnos más
que los años se perdieron sin querer...

Menos lluvioso

En estos días en el que el sol
se mete despacio por todos los rincones
y no deja ni una rendija
libre de sus brazos amarillos.
Cuando a medio día
no se encuentran sombras
y todos los techos crujen
como la espalda
de la gente que si trabaja.
En éstos días en que la montaña
se tiñe de naranja y amarillo
y el cuerpo por costumbre
o por desgracia nos pide el mar
es cuando no quedan fuerzas
ni para autocompadecerse
y la alegría se entromete discreta
cuando nos descubrimos
cantando en el baño
o viendo al cielo arder
pasadas las cinco.
En éstos días menos lluviosos
es mejor asolear los abrigos
y tomar fuerzas.