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martes, 15 de enero de 2019

Estación lluviosa

Siempre vuelve. No importa si tienes ganas de oírla. Siempre habla. Con un murmullo suave en las hojas de los árboles, con un estruendo diabólico en los tejados.
Siempre me recordará a vos. A mi, a los duendecillos con manos como colibríes. 
Al pasado.
Todo es un ciclo divino de vida, lluvia, suelos y muerte.
Aun así la existencia es tan frágil como el equilibrio de los taludes en tardes de aguaceros interminables.
Aun así no se sabe que encontraremos cuando los Ríos vuelvan a su cauce.

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