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jueves, 17 de junio de 2010

El abejón



El abejón


Durante mucho tiempo un abejón lento y normal se arrastró por la vida nada más para no tomarse la molestia de morirse y salir en la página de sucesos. Llevaba una cantidad considerable de tiempo suponiendo que ni la vieja araña que tejía su tela en jarrones vacíos se habría beneficiado con la muerte, por que a él no le quedaba mucha sangre en las venas, Veía la armadura oscura, opaca, y se hacía pesada con las lágrimas que no dejaba salir. Hasta el corazón del pobre se había casi detenido, y latía por una obligación visceral más que por gusto. La amargura había vuelto las horas tan cansadas, la casa se había quedado con el mismo olor a encerrado de los muebles de archivo . Pero un día, en el momento menos pensado pasó una mariposa por una hendija y llenó de risas y de gardenias el tiempo vacío. Las escamas tornasol se enredaron en el pelo, en las piernas y hasta endulzaron el café de la mañana, y el insomnio ya no tenía el color amarillo rancio de los amaneceres que llegaban tan despacio entre un día y el siguiente. Quiso tomarla de la mano, y el diablillo colorido le miró a los ojos con gracia, explicándole sin palabras que las mariposas y los abejones no pueden vivir revueltos en este mundo. Y levantó un vuelo pausado como una danza oriental, y salió por el mismo lugar por donde había entrado. “Se ha marchado” .Y el abejón se acordó que en un principio, él estuvo en la tierra, y que luego con las primeras lluvias había salido, y se miró en el reflejo de la ventana y se dio cuenta que debajo de la piel endurecida con los años, tenía otro par de alas .
Miró con dulzura el rastro de escamas brillantes que quedaron esparcidas en el alma y sin pensarlo dos veces, salió por la hendija que a pesar de que era muy obvia no había visto nunca, estiró las alas, y aunque un poco torpe al principio, empezó a volar por el jardín. Y el abejón lloró cuando el calor tibio de el sol le besó las antenas, y se dio cuenta que el caparazón que llevaba encima era más ligero de lo que pensaba.

Sobre éste blog

Siempre me han gustado los cuentos de hadas.De ahí el título del blog. Sin embargo, caben aquí muchas cosas que rondan en la cabeza. ES desahogo, y una forma de no perder los papeles. Uno nunca sabe, a lo mejor algún día necesite hacer exámen de conciencia.