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lunes, 28 de septiembre de 2015

Pasa

Todo pasó. Como lluvia sobre los tejados. Como una neblina de octubre. A pesar de mi y a pesar de ti. A veces ni puedo creer que me hayas hecho tanto daño. A veces si el pasado se presenta con su cola de lagartija ya no puedo recordar por que me solían doler las manos sin tu piel. Recuerdo crecer contigo. Recuerdo la intensidad de la cabeza de agua de los octubres que llovieron con nosotros. Pero de recuerdo ni pasa. Te volviste como el vecino de la infancia. Me quedaron de aquellos años las enseñanzas, de que la pasión se confunde con otras cosas, que a nadie le importa si uno le da los buenos días o el alma, y a no creer insolentemente que la libertad es un bien.

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