No se busca más en la vida que un lugar donde esperar a
que pasé la tormenta. Los rosarios que rece de niña rezaron por las
incongruencias que los gatos maullaron en repetidos octubres. Buscando un sitio
donde no se note mucho que el corazón se escondió hace tiempo en una montaña
húmeda y verde oscura ¿Quién se atreve a romper
el silencio de las manos y las horas de insomnio? Sí sólo los sabios degustan
lo que se sale del sendero que nos pintan las circunstancias. Lo
diferente da miedo por definición. A nadie le gusta que la gente que no
importa ni ayuda, juzgue severamente los deslices, como las damas ancianas a la salida de
misa.Viste más la coraza inútil del cuerpo que se hundió en tú pecho, que al calor que te brindaba sin medida. Y terminaste como ellos, como la gente que no interesa ni ayuda, juzgando como damas ancianas a la salida de misa, pensando que no
es cierto que las manos ven y la lengua
sabe dibujar el destino en la base de tú cuello. Las ilusiones son casi
tan inútiles como los nudos en la garganta. Y vuelven a veces a estorbar la
práctica secuencia de las mañanas y las madrugadas.Ya no me molestan las piedras en los zapatos. Esperar tiene
un significado diferente igual que llorar y reír se van acomodando uno a otro
como novios viejos y se van volviendo indistinguibles entre sí. El silencio
trae más paz que inquietud. Y tampoco los sueños significan lo mismo. El rosario
del tiempo ya no desvela. El ácido del sol ya no trae cuentos venidos de lejos,
la neblina es más un amigo que un deseo. Y el caldero donde se cocinó le pena
se me hace más querido que extraño. Las salamandras y las culebras amarillas
llegan a los pies tibios y mansos. Dulce es la casa de la indiferencia. Calmos
los versos que me lee el humo de los cigarros que fumo a escondidas. Es difícil llegar a la sana conclusión de que el tiempo no
se devuelve. Que las ventanas se cierran cuando llueve. Que no hay árbol que
espere lluvia sin morir un poco.
Mmm, escritos con las mismas frases que anoté en el celular mientras iba camino a casa....desordenados y sin mucho sentido, así son estos caprichos. Eso me pasa por no llevar audífonos como la gente normal.
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