¿Cómo te atreves a discutir con la nostalgia, ella, que aún
tiene buenos modales en la mesa?. ¿Cómo osas describir la primavera en la tapia
de la casa cuando el frío está escuchando, aunque finja prestar atención a la
indiferencia que cuenta su mal chiste de siempre? ¿Qué no te enseñaron a hablar
sin ofender a nadie, a comer con la boca cerrada, a dejar el corazón secándose
en el quicio de la puerta mientras se van las visitas? No vuelvas a mencionar
silencio enfrente de la lluvia, que terminaron hace tiempo. Y no pienses que
vas bien cuando de vez en cuando en medio de tú angustiante felicidad me
recuerdas dibujando salamandras en las ventanas,después de amarte como una gata
vieja.
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